viernes, 4 de diciembre de 2015

Fantasma en la mansión

Hubo una vez un hombre llamado William, era un hombre codicioso, envidioso y poco amigable, vestía con ropa elegante, siempre más que los de su clase, un reloj de oro que amaba más que a su propia esposa, ella se llamaba Aurora, era una mujer muy humilde y con mucha paciencia teniendo de esposo a aquel hombre, le encantaban los animales, sobre todo los gatos negros.
Llegando a su mansión, que habían comprado hace poco, el esclavo negro de William  bajo todas las pertenencias de sus amos del carruaje. Se encontraron con un buen anciano que les conto una historia sobre un fantasma que rondaba por la mansión, William, no muy creyente de esas cosas, no le prestó atención al anciano, ya que creía que eran historias tontas y de poca realidad.
Al otro día, cuando ya estaban viviendo en su nuevo hogar, Aurora encontró algo muy extraño en su cuarto, siguió unas huellas de sangre que se dirigían al comedor, donde se encontraba una silueta extraña por fuera de la ventana. Parecía una mujer, con un vestido blanco. Aurora se acercó a esa mujer. De pronto la joven de vestido blanco dio una vuelta completa a su cabeza sin sufrir daño alguno. Aurora se asustó mucho por aquel acontecimiento, después vio hacia la ventana y la mujer ya no estaba, Aurora se puso a recordar la historia del anciano. Se dio cuenta de que aquella mujer que había visto era el fantasma de la historia, sintió un ruido extraño, se dio la vuelta, estaba el fantasma detrás de ella y aquel fantasma, soltando un ruido espantoso la asesinó.
Más tarde William, muy enojado, estaba buscando a su mujer por todas partes. Le preguntó a su esclavo negro si tenía algo que ver con la desaparición, el pobre esclavo le dijo que no, William siguió buscando a su mujer por todos lados sin saber que ella había muerto.
Finalmente de tanto buscar a su esposa, William se encontró con la misma silueta extraña que asesino a su mujer, y el hombre sin pensarlo dos veces saco el rifle y le disparo al fantasma. Se dio cuenta de que los disparos no le hacían daño y disparo cinco veces más, después recordó la historia a la que no le puso atención pero que si sabía que se trataba de un fantasma en su mansión, se dio la vuelta y el fantasma con el mismo grito que asesino a su mujer, lo asesino a él.

El esclavo, viendo los cadáveres, se lanzó del vagón y murió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario